Mi carrera de 25 años en Tecnología no fue una alfombra roja. Fue una maratón de obstáculos. Sí, llegué a puestos ejecutivos, pero no sin antes darme de cabeza contra el techo de cristal, sobrevivir a un burnout y aprender a base de sangre, sudor y lágrimas lo que de verdad significa liderar.

Y precisamente por eso, llegué a ese momento en que te enfrentas a la pregunta que lo cambia todo: "¿Y ahora qué?" porque solo tenía una cosa clara... "donde estaba, lo que había construido, ya no era".

Ahora, mi misión es ser tu mentora. Mi método es tan poco convencional como mi historia: te guío con el rigor estratégico de quien ha estado en la cima, te sostengo con la empatía de quien conoce el fondo, y le quitamos presión al drama con la única herramienta que nos salva de todo: el humor.

Porque sé exactamente donde estás y, lo más importante, sé cómo ayudarte a construir una nueva etapa profesional que sea, por fin, la expresión coherente de tu propia identidad.